viernes, 11 de enero de 2008

Refranes que empiezan por T

Tabernero diligente, de quince arrobas hace veinte.
Tal para cual, la puta y el rufián.
Tan mala memoria tengo, que si te he visto no me acuerdo.
Tanto debes, tanto vales.
Tanto ganado, tanto gastado.
Tanto hace por su fama quien te envidia como quien te alaba.
Tanto la lima mordió, que sin dientes se quedó.
Tanto quiere la loca a sus hijos, que los mata a cariños.
Tanto le alabas que nunca acabas.
Tanto tienes, tanto te adulan.
Tanto va el cántaro a la fuente que se rompe.
Tantos años al marqués, y no sabe menear el abanico.
Ten rebaño de cabras, si hay muchos hijos para guardarlas.
Tiempo al pez, que picará alguna vez.
Tiempo pasado, con pena recordado.
Tiene más mido que vergüenza.
Tienes más salidas que una autopista.
Tienes menos futuro que el Papa en una mezquita.
Tienes menos futuro que una docena de ostras con limón.
Tienes menos sesos que una piedra.
Toda demasía enfada y hastía.
Todo en la vida tiene su medida.
Todo lo mudable es poco estimable.
Todo lo que hagas por depecho, estará mal hecho.
Todo salto tiene riesgo.
Todo se pega, menos la hermosura.
Todo tiene fin, hasta los higos del confín.
Todos dan consejo y pocos lo toman.
Todos desnudos nacemos, aunque vestidos no vemos.
Todos los días son días de aprender, y de enseñar también.
Toma una cucharada de tu misma medicina.
Tómame a cuestas y verás lo que peso.
Trance peligroso es tener por las orejas al lobo.
Tras buen soplo, buen sorbo.
Tras cornudo, apaleado, y mándale bailar.
Tras un tiempo, otro vendrá, y Dios dirá.
Tropezando y cayendo al andar va el niño aprendiendo.
Tu deseo bueno sea, para quien bien te desea.
Tu montón y mi montón, cuanto más separados, mejor.
Tu mujer te pedirá disculpas cuando la luna se caiga.
Tu secreto en tu seno, y no en el ajeno.
Tus hijos harán contigo, lo que tú hicieres conmigo.

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